El atractivo que puede generar una nueva publicación de un artista como Santiago Auserón es innegable aunque su nombre en este sentido tienda a estar más relacionado con su magnánima carrera en Radio Futura que con su alterego "Juan Perro".Su insistencia en desligarse de su banda madre recuerda mucho a la de otro artista de su generación y como a éste, aunque ya menos, le debe resultar algo incómodo que en sus conciertos le reclamen canciones con las que no quiere contar y que al final , si se decide ejecutarlas, la respuesta sea mucho más intensa.
Parece que hay una insistencia generalizada del artista en España en llegar una época en la que obligatoriamente tenga que romper con el pasado, que de pronto resulta completamente incompatible, para no restar credibilidad artística y respeto frente sus coetáneos (último caso el de Dani Martín) y digo esto porque no me parece que sea el público quien se encapriche en el cambio.
Juan Perro en su nuevo disco hace un ensayo de estilos "orientados a adultos" de cierto corte jazzistico, blusero y latino pero con mucho olor a clásico, los temas en ocasiones intimistas se acompañan con letras que ahondan diferentes vertientes desde la poesía, la ironía o el humor.
Su voz suena algo monótona y desganada, quizás huyendo del tipo reinvidicativo que caracterizó su voz antaño. Da la impresión que busque un lugar más apaciguado y melódico donde su objetivo fuera fundirse como un instrumento más en su estupenda banda.
Siempre es agradable escuchar a Auserón y me reitero en que la banda está a la altura. Reconozco que hay buenos momentos pero son justamente los que más me recuerdan a Radio Futura, léase "Una bestia que ruge" o "Girasoles robados". En general es un album que supongo le habrá generado una gran satisfacción personal y que le dará la oportunidad de girar de nuevo, pero realmente no creo que sea el album que hubieramos deseado de él.
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