Reconozco que tengo cierta debilidad por cualquier grabación de Nacho Vegas y que pese a que no lo consideraba un gran cantante, sí un buen transmisor de mensajes si cabe, reconozco que con el tiempo me ha terminado cuajando también en este sentido y ya no imagino otra voz acompañando sus composiciones.
Tal y como tuve la oportunidad de decirle en persona al encontrármelo por casualidad un día cualquiera, el asturiano me parece uno de los mejores letristas que he escuchado en toda mi vida, ésto es suficiente para no solamente salvar este disco de cualquier linchamiento posible sino creo ya que casi cualquiera que el susodicho se atreviera a hacer y es que letras de canciones como "El ángel simón" resulta tan irracionalmente bella que no cabe otra forma salvo rendirse ante ella.
Atrás quedan sus inicios con Manta Ray, en la historia; sus colaboraciones con Bunbury o Cristina Rosenvinge entre otros y en 2011 nos topamos con su quinto album en solitario. "La zona sucia" el caso que nos ocupa, no termina de resultar un disco completo.
Hay ciertos riesgos de intencionalidad novedosa que rompen en algún caso el ritmo natural del disco. Estrofas en canciones perfectamente encajadas, léase "Taberneros" o "Reloj sin manecillas" que valen su peso en oro, se combinan con otras que sin embargo bajan un poco el nivel al que nos tiene acostumbrados, quizás los estribillos son los que resultan más acusados en este sentido y en ocasiones parecen haber sido resueltos con alguna premura.
Como punto a favor, Vegas, el poeta, el músico, sigue conservando la magia, la aureola, la prosodia, el misterio y el carisma que lo caracteriza por lo que en su conjunto "La zona sucia" con sus aspectos positivos y negativos (estos últimos siempre a años luz de nosotros los mortales) termina siendo otra obra a sumar en su envidiable carrera artística.
Tal y como tuve la oportunidad de decirle en persona al encontrármelo por casualidad un día cualquiera, el asturiano me parece uno de los mejores letristas que he escuchado en toda mi vida, ésto es suficiente para no solamente salvar este disco de cualquier linchamiento posible sino creo ya que casi cualquiera que el susodicho se atreviera a hacer y es que letras de canciones como "El ángel simón" resulta tan irracionalmente bella que no cabe otra forma salvo rendirse ante ella.
Atrás quedan sus inicios con Manta Ray, en la historia; sus colaboraciones con Bunbury o Cristina Rosenvinge entre otros y en 2011 nos topamos con su quinto album en solitario. "La zona sucia" el caso que nos ocupa, no termina de resultar un disco completo.
Hay ciertos riesgos de intencionalidad novedosa que rompen en algún caso el ritmo natural del disco. Estrofas en canciones perfectamente encajadas, léase "Taberneros" o "Reloj sin manecillas" que valen su peso en oro, se combinan con otras que sin embargo bajan un poco el nivel al que nos tiene acostumbrados, quizás los estribillos son los que resultan más acusados en este sentido y en ocasiones parecen haber sido resueltos con alguna premura.
Como punto a favor, Vegas, el poeta, el músico, sigue conservando la magia, la aureola, la prosodia, el misterio y el carisma que lo caracteriza por lo que en su conjunto "La zona sucia" con sus aspectos positivos y negativos (estos últimos siempre a años luz de nosotros los mortales) termina siendo otra obra a sumar en su envidiable carrera artística.
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