No sé si realmente el cantante de los primeros Misfits, Glenn Danzig, se auguraría una tan prolongada vida artística cuando abandonó la banda en 1983.
Hoy en día, Danzig, se ha convertido por mérito propio en una de las grandes referencias de la música hard.Desde 1987 Glenn se ha acompañado de una prole de músicos que han ido variando a lo largo de su carrera. Entre otros John Christ, Chuck Biscuits o Joey Castillo.
Aunque el punto de partida de "Deth Red Sabaoth" (2010) suponga una prolongación del abandono del estilo que marcó sus primeras obras y que lo encunbraron en el puesto que ocupa hoy en día. A partir del tema "Black Candy" la cosa cambia y da lugar a un buen album apareciendo temas absolutamente redondos.
La estela clásica de obras magnánimas como "Lucifuge" o sobre todo "How the gods kill". hace mella en los nuevo temas. "Deth red moon" o "On a wicked night" son buena muestra de ello.
La pega del album, la misma que viene siendo habitual en sus últimas facturas: la producción es bastante precaria.
Las mezclas por momentos resultan inadecuadas. Un sonido muy mejorable para un artista de su calibre. Su voz, en ocasiones, suena ahogada y sin fondo, y si realmente ésta es la que el cantante puede ofrecer después de años de gira (realmente la voz de Glenn está bastante afectada) ¿por qué no obstante suena mucho mejor en su colaboración con Melissa Auf der Maur ('Father's Grave') en el último album de ésta?.
Aunque Glenn Danzig haya optado por no trabajar más con la persona que contribuyó a construir su sonido (Rubin), lo mínimo que podía hacer es buscar a alguien que lo hiciera al menos al nivel que él merece. El método "hazlo todo tú mismo" en este caso no es válido y Glenn se debería dedicar solamente a regalarnos lo que realmente sabe hacer bien.
A pesar de ello "Deth red Sabaoth" resulta muy recomendable para los fans del Danzig clásico.
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