La música (16 de octubre de 2011)

Tengo que hacer un trabajo en el que he tenido que dar un repaso a toda mi "carrera musical" bueno, realmente para ser sincero; nunca me he creido un músico "real" ni tampoco tener una "carrera musical" al fin y al cabo, pero este ejercicio retrospectivo ha hecho que me dé cuenta que hacer música y actuar en directo me ha proporcionado muchas de las mejores satisfacciones que esta vida me podía ofrecer. Supongo que los que hayan tocado en directo, en salas de ensayo con aire acondicionado, garajes llenos de cartones de huevos o incluso en casa, habrán tenido también la suerte de sentir en algún momento esa extraña vibración que recorre tu espina dorsal mientras tus hormonas disparan adrenalina y no tienes otro remedio que decir: ¡Yeah!.
Todavía tenemos la suerte de seguir vivos, más o menos y un@s más que otr@s, dependiendo del día (algunos sábados y domingos por la mañana quizás menos) que nuestros dedos articulen correctamente y se muevan al compás (a un@s más rápido que a otr@s), que todavía lancemos de vez en cuando un grito Heavy metal sea contra un micro o en la ducha o acompañando a Halford en alguna canción que escuchamos en el coche mientras hacemos unos cuernos.
Que esto nos hace sentirnos vivos, muchas veces tener una justificación para sentir dolor o felicidad y poder plasmarlo en una canción y utilizar ésta con el paso del tiempo para recordar una emoción o para olvidarla. En definitiva, espero que todavía queden canciones para seguir componiendo la banda sonora de mi vida. Esta vez no habrá aquí canciones ni bandas. Acompaña este texto con la canción que más te guste.